
jueves, 25 de abril de 2013
El vestido y las joyas, el secreto mejor guardado de Máxima
Admirada por los holandeses por su espontaneidad y franqueza, Máxima Zorreguieta suele hablar de todo. Tanto que a veces lo hace algo de más, como cuando dijo, hace unos años, que la "identidad holandesa" no existía o como cuando, en febrero, afirmó que sería "un honor suceder" a la reina Beatriz, responsabilidad que, en realidad, recae sobre su marido.
Estos días previos a la asunción no fueron la excepción. La aún princesa de Orange habló de todo, desde lo polémico hasta lo más simple.
Explicó por qué no viene nadie de su familia a la entronización, describió la naturalidad con la que su hija Amalia toma ser la nueva heredera al trono, contó que tiene "nervios saludables" por la asunción.
Pero no dio siquiera un detalle sobre lo que más quiere saber la prensa rosa holandesa y del mundo: qué se pondrá el día en que se convierta en reina consorte de Holanda.
A medida que se acerca la entronización, poco queda ya por conocerse sobre el minuto a minuto de los festejos. Las ceremonias comenzarán el lunes con una comida en el Rijksmuseum para los invitados oficiales y seguirán durante todo el martes próximo, desde las 10 hasta el final del día.
Estarán allí la mayoría de los herederos de los tronos europeos, pero ningún rey para que, como indica la tradición, no opaque al nuevo monarca. Guillermo Alejandro usará el trono que utilizó su bisabuela, la reina Guillermina, y llevará puesto un frac cubierto por el manto real. Todo se sabe, menos el vestido y las joyas que lucirá Máxima. Ante el misterio de la princesa, la prensa y los expertos reales se lanzaron en una carrera de especulaciones. La primera es sobre quién diseñará el vestido.
Máxima suele mostrarse con obras de Valentino, pero sería tal vez poco conveniente que usara un vestido italiano el día que asume como reina de Holanda. Los expertos se inclinan entonces por Jan Taminiau, un joven creador holandés que, además de haber vestido ocasionalmente a la princesa, también diseñó para la estrella pop Lady Gaga.
La segunda incógnita que inquieta, como si fuera un asunto de Estado, a los expertos de la moda es el color del vestido real. En un primer momento, muchos especularon sobre el blanco, color que usó Beatriz en su entronización, en 1980.
Sin embargo, Máxima será reina consorte y no jefa del Estado como su suegra, por lo que tampoco sería muy apropiado. Hoy la opción con más posibilidades es una mezcla de blanco y negro, como usó Juliana, abuela de Guillermo, el día que asumió.
Las joyas son la intriga final de los expertos. Las mujeres de la dinastía Orange cuentan con piedras preciosas admiradas y envidiadas en toda Europa. Son los huisdiamanten (diamantes de la casa), engarzados en un juego de tiara, collar y broche de dimensiones poco habituales.
Las reinas Guillermina y Juliana usaron las joyas cuando fueron entronizadas, pero Beatriz prefirió dejarlas de lado porque eran demasiado grandes.
La recesión que golpea a Holanda podría llevar a Máxima a imitar la austeridad de su suegra. Pero, con el secreto en pie, eso se sabrá sólo el martes..
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