martes, 30 de abril de 2013

Primeras palabras de Guillermo como rey Holanda: "Querida mamá, te estamos enormemente agradecidos"

Una vez efectuada la firma de abdicación con la que la reina Beatriz dejaba el trono holandés tras 33 años al frente del país, tanto ella como su hijo, el nuevo rey de los Países Bajos, pronunciaban unas palabras cumpliedo así con el protocolo indicado y que desde hace semanas está colgado en la web oficial de la casa real. La reina saliente era muy escueta en sus palabras ante los 31 testigos y la audiencia de los países que están ofreciendo este hecho histórico: "Os presento al nuevo rey, el rey Guillermo Alejandro". Más emotivo era el nuevo monarca que agradecía la dedicación de su madre a la patria y el cariño de los holandeses de esta manera: "Querida mamá, hoy has abdicado después de 33 años. Te estamos enormemente agradecidos. En nombre de mi madre y mío, os garadecemos a todos el apoyo y la confianza que siempre hemos recibido". Instantes después se asomaban al balcón del palacio real de Ámsterdam para saludar a los 20.000 compatriotas que les jaleaban entre gritos de "'¡vivan los 'orange'!".

Los nuevos reyes de Holanda Guillermo y Máxima, saludan desde el balcón del palacio real de Ámsterdam

20.000 holandeses esperaban la salida al balcón de palacio de los nuevos reyes: Guillermo Alejandro y Máxima. Aunque aún les falta el acto de legitimación, que tendrá lugar en la Iglesia Nueva de la capital 'orange', tras la firma de la abdicación de la reina Beatriz -convertida de nuevo en princesa-, ya Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda ya son los nuevos monarcas. Y como tales han realizado su primera salida al balcón del palacio real de Ámsterdam para saludar a los que desde ahora son sus súbditos, como ya hicieran hace 11 años cuando se dieron el 'sí quiero' y se asomaron a la misma ventana para ofrecer a ese mismo pueblo su primer beso como matrimonio. Junto a ellos, la madre del nuevo rey, aún con la emoción de haber dejado atrás 33 años como jefa de estado, les escoltaba. Minutos después eran las tres hijas de los monarcas las que se asomaban: Catalina Amelia -la nueva heredera más joven de Europa-, Alejandra y Ariadna. Entre los vítores de 20.000 holandeses que gritaban "¡vivan los 'orange'!", la familia real holandesa se ha dado un baño de multitudes en uno de los actos que les esperan a lo largo de la jornada de hoy.

La reina Beatriz firma la abdicación en favor de Guillermo y Máxima de Holanda

La reina Beatriz vuelve a ser princesa con los ojos humedecidos por la emoción del momento: ceder el trono a su primogénito, Guillermo Alejandro. Ya es oficial: la reina Beatriz ha firmado su abdicación en el Palacio Real de Ámsterdam. Con los ojos humedecidos, cedía el testigo a su hijo, Guillermo. Tanto este como su esposa, Máxima, han hecho lo propio, al igual que han tenido que estampar su rúbrica los presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes y otros representantes del gobierno holandés, en calidad de testigos. Esta firma se efectuaba después de un breve discurso pronunciado por la monarca saliente en el que daba su consentimiento para que Guillermo Alejandro -desde ahora utilizará sus dos nombres- se convirtiera en rey de los Países Bajos. Beatriz anunció su abdicación el pasado mes de enero, pero no ha sido hasta este momento, con la firma oficial de la misma, cuando se ha hecho efectiva. A la familia real holandesa y todos los invitados de las realezas del mundo les espera un día repleto de fastos.

lunes, 29 de abril de 2013

Los invitados a la fiesta de la Reina Beatriz

"Confío plenamente en la capacidad de Guillermo Alejandro en cumplir con plena satisfacción las tareas que le esperan como futuro Rey", dijo Beatriz sobre su hijo

"Máxima es una bendición", dijo Beatriz en su última cena como reina

Apenas unas horas faltan para que Máxima Zorreguieta se convierta en la reina de Holanda lo que, en palabras de Beatriz, será "una bendición" para la familia real. Así lo afirmó la madre de Guillermo en la víspera de su abdicación, durante una cena de gala en el Rijmuseum de Amsterdam al que asistieron miembros de familias reales de distintos países. El evento invitaba a un cierre de 33 años de reinado por parte de Beatriz de Holanda que abdicará a las 10.30 de la mañana hora local (5.30 de Argentina). La fiesta se inició el lunes por la noche con un baile de gala al que asistieron el príncipe heredero de la Corona española, Felipe de Borbón, y su esposa, Letizia; con un vestido negro de Felipe Varela y una tiara floral, el príncipe Carlos de Inglaterra, heredero del trono británico, y su esposa Camila, entre otros. Por su parte, Máxima, que repitió vestido, se mostró junto a su marido Guillermo y recibió múltiples elogios de las familias reales que asistieron. "Confío plenamente en la capacidad de Guillermo Alejandro en cumplir con plena satisfacción las tareas que le esperan como futuro Rey", dijo la reina Beatriz en un discurso, un día antes de abdicar. "Para ello, será fundamental el apoyo de Máxima", que será reina consorte, de la que destacó "su gran corazón y sus sentimientos puros", lo que calificó de "bendición" para la familia real. La entronización. Teñida de naranja -en referencia a la dinastía reinante de los Orange- Amsterdam está lista para la fiesta. El ayuntamiento prevé que más de un millón de personas -vigiladas por 10.000 policías- acudirán al evento, que tendrá un costo de 11 millones de euros, consignó la agencia internacional AFP. "Será un día histórico en nuestro país ante la presencia de dos mil invitados. Será una fiesta para nuestros ojos y oídos. Estamos ansiosos por compartir esta celebración con el resto del mundo", señaló el primer ministro holandés Mark Rutte. Beatriz de Holanda, que volverá a ser Princesa tras 33 años en el trono, saldrá a saludar desde el balcón a los presentes en la plaza, flanqueada por su hijo y nuera, los nuevos reyes. La hija mayor de ambos, Amalia, pasará a llamarse Princesa de Orange, título de la heredera. Luego dará inicio la ceremonia oficial de entronización de Guillermo-Alejandro en la medieval Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), que ya estaba cubierta de flores de colores, como corresponde en Holanda, donde son símbolo nacional. En esa misma Iglesia el primogénito de la reina se casó con Máxima Zorreguieta, argentina, hace poco más de once años. Vestido de frac y cubierto de un manto de armiño, el príncipe, de 46 años, jurará "ante los pueblos del Reino observar y respetar siempre el Estatuto del Reino y la Constitución". Como explicó la Casa de Orange, en Holanda un "nuevo rey no es coronado, sino investido". Guillermo-Alejandro se convertirá así en el primer rey varón de Holanda de los últimos 123 años. Junto a su esposa, conformará la pareja real más joven de las monarquías occidentales. "El es un hombre de una nueva generación completamente preparado para su nuevo papel", señaló Fred de Graaf, presidente del Senado de Holanda. "Tiene una gran experiencia internacional", añadió. A la ceremonia asistirán 20 delegaciones de las casas reales del planeta, entre ellos el príncipe heredero de la Corona española, Felipe de Borbón, y su esposa, Letizia; y el príncipe Carlos de Inglaterra, heredero del trono británico, y su esposa Camila, Príncipe Felipe y la princesa Matilde de Bélgica, el príncipe Alberto II de Mónaco. También asistirá al evento la princesa Masako, la esposa del príncipe heredero de Japón, Naruhito, en lo que constituye su primer desplazamiento al extranjero en siete años. Unos 80 periodistas japoneses se desplegaron para mostrar lo que parecería una mejoría de la princesa. En momentos en que la monarquía enfrenta cuestionamientos crecientes, "la ceremonia del martes "reforzará esta institución", consideró De Graaf en diálogo con AFP. Un 69% de los holandeses confía en que Guillermo-Alejandro será un buen Rey, según un sondeo de la televisión Nos, divulgado un día antes de la entronización. Un año atrás eran 59%. El príncipe pertenece a una generación de herederos consciente de los desafíos que enfrentan las monarquías. Fue uno de los primeros que se casó por amor con una joven sin sangre azul, que además no era holandesa, sino sudamericana. "Los holandeses han sucumbido a los encantos de Máxima: es inteligente, pragmática y de una simpatía arrolladora", se entusiamó De Graaf. Pero no fue así desde el inicio. La clase política holandesa y la mayoría de los ciudadanos veían con suma preocupación la elección de su heredero, por el pasado del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, secretario de Agricultura durante la dictadura militar argentina (1976-1983). "Fue difícil. Generó mucho revuelo. Finalmente se decidió que el padre no viniera a la boda. Esta vez, para evitar nuevos debates, Máxima se adelantó al anunciar que sus padres tampoco asistirían a la entronización", contó De Graaf. Por la noche, Guillermo-Alejandro dará un paseo junto a Máxima y sus tres hijas, Amalia , Alexia y Ariane, por los canales de Amsterdam. A partir del martes, todas las miradas estarán puestas en la pareja, la primera de su generación en Europa en convertirse en reyes del siglo XXI. Decenas de argentinos viajaron a Holanda en los últimos días. "Lo de Máxima es una maravilla para nosotros los argentinos, después del Papa. Esto es lo más", dijo a AFP Rosa Poggy, una de las recién llegadas en referencia a la reciente elección del papa argentino Francisco, compatriota de quién será, en pocas horas, reina de Holanda.

Máxima se vistió de rojo en la previa de su coronación como reina

La princesa de Orange eligió el color rojo para su última aparición antes de la ceremonia. En la cena de gala que la Reina Beatriz de Holanda ofreció a 18 casas reales de todo el mundo se la vio muy elegante junto a su marido, el príncpe Guillermo. Máxima Zorreguieta eligió el color rojo para su última aparición como princesa de Holanda, en la cena de gala que la Reina Beatriz de Holanda ofrece a 18 casas reales de todo el mundo, así como a personalidades del Estado neerlandés e internacionales en el Rijksmuseum de Amsterdam. La princesa de Orange apareció junto a la reina Beatriz en la entrada de ese prestigioso museo ataviada con un vestido escote palabra de honor y con volantes plisados, que adornó con un chal del mismo tono y luciendo como colgante el diamante Stuart, que perteneció a María Estuardo y es una joya de la Casa Real holandesa. Se trata de un vestido que Máxima de Holanda ya lució en otras ocasiones y que confeccionó para ella el modista italiano Valentino. Por su parte, la reina Beatriz eligió un vestido en brocado plateado de dos piezas y una capa negra ribeteada de piel para protegerse de las temperaturas aún invernales de Holanda. El príncipe Guillermo-Alejandro, de 46 años y que este martes asumirá la corona holandesa, acompañó a su madre y a su esposa para dar la bienvenida a sus invitados. La comitiva real abandonó el Palacio de Amsterdam con una hora de antelación a la cita con sus invitados de todo el mundo.

Expectativa a horas de la investidura de Guillermo y Máxima en Holanda

Finalmente llegó el día. Máxima Zorreguieta obtendrá hoy el título de reina de Holanda, del brazo de su marido el príncipe Guillermo Alejandro, aunque no contará con ninguna de las facultades del rey. El acto de entronización se dará tras la abdicación de la reina Beatriz, quien estuvo en el trono durante 33 años y, para ello, la princesa comenzó hace una década un largo camino de preparación que incluyó estudio y modales. De esta manera, Máxima y Guillermo se convertirán en los reyes más jóvenes de toda Europa, quienes con su simpatía y formalidad lograron captar la atención y cariño de personas provenientes de todas partes del mundo. Además, la feliz pareja promete dar un giro necesario a la casa real. La ceremonia de este martes constará en una primera parte con la formalización de la "abdicación" en el Palacio del Dam (a las 5, hora argentina) y tras la firma del acta, Guillermo se convertirá en rey y su esposa, en "reina consorte" (lo que –en principio- significa que accede al trono por su matrimonio y no por línea sucesoria). De acuerdo al cronograma real, a las 5:30 (siempre hora argentina), Guillermo, Máxima y Beatriz saldrán al balcón a saludar a los miles de personas que aguardan en la plaza. Luego se cantará el himno nacional. A las 8:30, en la Iglesia Nueva se abrirá la Sesión onjunta de los Estados Generales del Reino de Holanda, para dar comienzo a la ceremonia de investidura. A las 9, Guillermo dará unas palabras y, ante los pueblos del Reino, jurará fidelidad al Estatuto y a la Constitución holandesa. Tras ello, el presidente de la Sesión Conjunta pronunciará la declaración de investidura, que debe ser jurada por todos sus funcionarios. Los próximos reyes de Holanda, junto a sus tres hijas Catalina- Amalia, que desde hoy será la heredera, Alexia y Ariane, se encuentran en la Nieuwe Kerk, la iglesia gótica en la que tendrá lugar la ceremonia de investidura, para realizar un ensayo general, en el que también participa el Coro Infantil Nueva Amsterdam. Las autoridades engalanaron con tulipanes y flores naranjas la plaza Dam, en donde se espera que acudan más de 25 mil personas, y otros céntricos lugares de la capital holandesa, en donde se cree que llegarán cerca de un millón de personas. En los Países Bajos no hay coronación sino investidura, ya que la ceremonia no es religiosa. La Iglesia Nueva no posee credo. Máxima y Guillermo ensayaron cómo será la ceremonia de mañana Los futuros reyes de Holanda asistieron al Palacio real para ultimar detalles de lo que será su entronización . Faltan horas nada más para que los príncipes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta, sean los nuevos reyes de Holanda y se encuentran ultimando los detalles para que la ceremonia de mañana sea perfecta. Muy sonriente, la pareja real arribó al palacio ubicado en la plaza Dam junto a sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane, y saludaron a los medios ubicados allí y a los curiosos. Guillermo y Máxima ya ensayaron cómo será el paso a paso de la ceremonia para que nada salga fuera de lo previsto y ahora continúan con su agenda oficial.

sábado, 27 de abril de 2013

La historia de Maxima - decimosegundo y ultimo capitulo

Para Holanda y para el mundo Máxima se convirtió en un ícono de moda, buen gusto y simpatía. Con su sonrisa y su calidez recibió elogios de los especialistas en protocolo de todo el mundo, e incluso se recomienda a todas las princesas europeas seguir su estilo. En la imagen, protagonista absoluta del día de la reina, que se conmemora cada 30 de abril. La última visita a la Argentina antes de ser reina Argentina siempre será su patria, aunque tuvo que renunciar a su nacionalidad para ser princesa de Holanda. Suele venir a pasar las fiestas con su familia en el Sur. La imagen es de su última visita a Villa La Angostura, antes del anuncio de la abdicación de Beatriz. La coqueta villa turística volvió a recibir visitas reales. Máxima Zorreguieta y su esposo, el príncipe Guillermo de Orange, regresaron a la Patagonia para celebrar las Fiestas y disfrutar de la naturaleza que tanto divierte a las tres pequeñas herederas de la corona de Holanda, Amalia (9), Alexia (7) y Ariane (5). "Estamos muy contentos de volver, de mostrarles a mis hijas y a mi marido el país donde nací", afirmó Máxima en la residencia El Messidor, a orillas del lago Nahuel Huapi, que abrió sus puertas para recibir a la familia real recién llegada a Villa La Angostura y donde permanecerán "varios días", según precisó la princesa de Holanda. Con su característica simpatía, Máxima habló de su regreso a la Argentina luego de 2 años de su última visita. Esta vez arribó unos días antes que el resto de la familia para visitar amigas en Buenos Aires, donde no acudía desde hacía 5 años. Luego se sumaron las tres pequeñas hijas y su esposo, que desde el sábado por la tarde disfrutan de la Patagonia a pesar de la lluvia que ha caracterizado los últimos días. La familia real celebró la Navidad junto a los padres de la princesa, Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti, además de Martín, el único hermano de Máxima que reside en Villa La Angostura desde hace varios años. "Venimos a disfrutar de la naturaleza, de este lugar que es maravilloso aun con lluvia", comentó la princesa en un breve contacto con la prensa. De inmediato su esposo agregó sonriente "y sin cenizas", destacando el esplendor que muestra la aldea de montaña tras un arduo trabajo para despejar las cenizas volcánicas emanadas del cordón Caulle-volcán Puyehue el año pasado. Máxima se mostró muy activa el domingo por la mañana, cuando recibió a la prensa argentina y extranjera en la residencia de la provincia de Neuquén, El Messidor, un pequeño castillo de estilo francés, destacado por sus coloridos jardines con costa de lago, que albergó a la familia por al menos una hora en uno de sus salones, donde se debió encender la estufa hogar para templar el ambiente debido a las bajas temperaturas que se mantienen en esta región. "PROSPERIDAD Y MUCHA PAZ" Con expresiones en español y neerlandés, la princesa Máxima emitió un mensaje de "prosperidad y mucha paz para todos los argentinos y holandeses". También esbozó un deseo para que "en estas Fiestas todos puedan pasarla de forma pacífica", afirmó al ser consultada por los violentos saqueos que se repitieron días atrás en distintos puntos del país como San Carlos de Bariloche, Rosario y San Fernando. Este es el tercer año que Máxima llega con su familia a Villa La Angostura para descansar y encontrarse con sus padres y su hermano. Aquí recibió el 2008 junto a la reina Beatriz de Holanda -la madre de su esposo- con una celebración opacada por la descompensación de una de sus hijas, que debió ser asistida en un centro de salud de San Carlos de Bariloche. Máxima regresó luego, a fines de 2010, para celebrar las Fiestas en familia y para vacacionar. La llegada de los príncipes de Holanda a la aldea de montaña no altera la vida de la ciudad, a pesar del importante despliegue de seguridad que los acompaña. En esta ocasión, Máxima se sintió cómoda en la villa que durante muchos años visitó con sus padres y aprovechó el domingo lluvioso para caminar junto a sus hijas por la céntrica Avenida de los Arrayanes, donde ingresó en varios comercios en busca de empanadas de jamón y queso que apetecían las pequeñas. Máxima relató que durante su estada -que no precisó de cuántos días será, pero anticipó que celebrará aquí el cumpleaños de su padre- disfrutará de actividades al aire libre que le agradan a sus hijas como cabalgatas, ir de pesca y recolectar flores y piedras. La familia real habitualmente se aloja en una vivienda del barrio privado Cumelén, donde disfrutan del lago y de las actividades al aire libre si el tiempo lo permite y también suelen acudir al restaurante Tinto Bistró, cuyo propietario es Martín, el hermano de la princesa..

La historia de Maxima - Decimoprimer capitulo

El 10 de abril del 2007 nació la “benjamina” de la familia: Ariane. Las tres princesitas hablan español, sobre todo la mayor, que se prepara para suceder a su padre algún día en el trono. La princesa Máxima Zorreguieta, esposa del príncipe Guillermo, heredero del trono de Holanda, dio a luz esta tarde en el hospital Bronovo, de La Haya, a su tercera hija, indicó la Casa Real holandesa en un comunicado. La recién nacida, que goza de buena salud, pesó 4.135 gramos y midió 52 centímetros, añade la nota. "Estamos agradecidos por el nacimiento de nuestra hija, que está sana", declaró el príncipe Guillermo. La niña, que mañana será presentada a la prensa, es la cuarta en la línea sucesoria de la dinastía de los Orange , después de su padre y sus dos hermanas. En el caso de que hubiese sido un niño, no habría tenido prioridad sobre sus hermanas, porque la Constitución holandesa establece la igualdad entre sexos en la sucesión al trono. El padre de la recién nacida saludó poco después de conocerse la noticia desde la ventana del hospital a la prensa y a los curiosos que se habían congregado en las puertas del hospital. La reina Beatriz de Holanda llegó al hospital pocos minutos más tarde para conocer a su nieta. Los padres de Máxima se encuentran en Holanda. Los príncipes de Holanda tienen otras dos hijas, Catharina Amalia, nacida el 7 de diciembre de 2003, y Alexia, que vino al mundo, como su hermana, en ese mismo hospital de La Haya el 26 de junio de 2005. .

La historia de Maxima - Decimo capitulo

El 26 de junio del 2005 llegó Alexia, la segunda niña de la pareja y la más parecida a su mamá. Durante este segundo embarazo, Máxima sufrió algunas molestias pero siempre estuvo muy contenida por la familia real. Su suegra fue su gran compañera y consejera. "De nuevo me siento sin palabras", dijo el príncipe Guillermo Alejandro, al presentar a la beba a los medios de comunicación en el hospital Bronovo, en La Haya. "De nuevo lo ha hecho estupendamente", agregó al referirse a su esposa argentina. La pequeña ocupa el tercer lugar en la sucesión al trono, después de su padre y de su hermana, Amalia, nacida el 7 de diciembre de 2003. Pese a que la fecha prevista para el parto era en julio, la ginecóloga que atendió el nacimiento confirmó que la beba está sana y que nació por parto natural, tres horas y media después de que la princesa Máxima iniciara el trabajo de parto. Al nacer, a las 14.40 (hora local), pesó 3,490 kilos y midió 50 centímetros. El príncipe Guillermo Alejandro estuvo en todo momento junto a Máxima durante el parto, agregó la doctora. Los padres de Máxima Zorreguieta llegaron al hospital a las 16, acompañados de la princesa Amalia. Se esperaba que la reina Beatriz de Holanda, quien se encontraba de viaje en Alemania, llegara anoche a conocer a su quinta nieta. El príncipe Guillermo explicó que su segunda hija también será educada en español y en holandés, igual que su primogénita. "Máxima habla en español, yo en holandés y Amalia elige entre ambos idiomas sin problemas, y a veces incluso hace frases la mitad en español y la mitad en holandés". Ante la pregunta de si no le molestaba que su primogénita hablara en un idioma que él desconoce, el príncipe Guillermo respondió: "Yo aprendo con ella". .

La historia de Maxima - Noveno capitulo

La primogénita de la princesa Máxima y de su esposo, el príncipe heredero de Holanda Guillermo Alejandro, se llama Catharina-Amalia Beatriz Carmen Victoria, anunció hoy, el primer hijo de la Reina Beatriz durante la ceremonia de inscripción de su hija en el Registro Civil de La Haya. El príncipe especificó que el nombre familiar de la recién nacida el 7 de diciembre de 2003 será Amalia. Guillermo Alejandro explicó que escogieron Catharina-Amalia "porque nos parecieron nombres bonitos que suenan bien en el contexto internacional. Catharina-Amalia sonaba en su totalidad mejor que al revés", opinó. Los nombres que suceden corresponden a las dos abuelas de la primogénita: Beatriz, el nombre de la reina de Holanda y Carmen, uno de los nombres de la madre de Máxima. El último nombre, Victoria, "nos pareció un buen nombre de clausura". Amalia, que es el elegido para llamar a la niña en familia, fue el nombre de la esposa del príncipe Federico Enrique (1584-1647), Amalia de Solms, con la que se casó en 1625. La ceremonia estuvo presidida por el alcalde de La Haya, Wim Deetman, que regaló al príncipe un cuadro de vivos colores del artista local Jurjen de Haan y una cigüeña móvil para colgar en la habitación de la niña. Como testigos estuvieron presentes el primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenede, junto con el vicepresidente del Consejo de Estado, Tjeenk Willink. El príncipe tuvo que reconocer que todavía no había tenido tiempo de cambiar pañales: "han sido dos días intensos y mentiría si dijese que he cambiado pañales ", comentó. Sobre la salud de su hija y de su esposa, dijo que ambas "están muy bien". Máxima está "intensamente feliz y la pequeña duerme bien, come bien, llora si quiere comer, pone caras raras, es un cielo de bebé", explicó orgulloso. A la salida del registro, el príncipe saludó al público presente, que le felicitó y le entregó varios regalos, entre otros, un muñeco y flores.

En Amsterdam, una invasión de visitantes

En Villa Eickenhorst, la casa de los futuros reyes de Holanda, en los suburbios de La Haya, hoy será un día calmo. Guillermo Alejandro cumple 46 años y los festejará tranquilamente con su mujer, Máxima, sus hijas y unos pocos amigos. En Amsterdam, en cambio, el día será más intenso, tanto que el alcalde de la ciudad, Eberhard van der Laan, teme que hoy empiece a gestarse una invasión de cara a la asunción del martes próximo. "Yo estoy sereno y duermo bien. Lo único que me preocupa es que venga demasiada gente a la ciudad", dijo ayer Van der Laan. El ayuntamiento prevé, como mínimo, que unas 800.000 personas participen de los festejos en toda la ciudad, el doble de la cantidad de holandeses que suele celebrar todos los años el Día de la Reina, el 30 de abril, en Amsterdam. Van der Laan no anticipa incidentes como los de 1980, cuando Beatriz fue entronizada. Ese 30 de abril, cientos de okupas se lanzaron a las calles para reclamar viviendas y el Dam, también entonces escenario de la asunción, se convirtió en un campo de batalla. Pero sí cree que el entusiasmo por el cambio de mando puede desbordar a las más de 15.000 personas, entre policías y empleados, del operativo de vigilancia. Sin pensarlo mucho, el gobierno local tomó una medida que probablemente irrite a muchos holandeses, tan conocidos por su afecto a la cerveza. Prohibió a los supermercados y bares vender más de una botella de alcohol por persona. Además de holandeses, el gobierno espera a varios miles de extranjeros. De hecho, las reservas hechas desde el exterior subieron un 30% en comparación con las de la misma época en otros años. De Europa, los más interesados en ser testigos de la asunción de Guillermo Alejandro y de Máxima son los italianos y los alemanes. Al parecer, según un sondeo publicado anteayer, al 20% de los alemanes le gustaría contar con una casa real. Como no la tienen, no está mal disfrutar de la de los vecinos, tal es así que los canales de televisión alemanes enviaron por lo menos a 80 personas a cubrir los festejos. Un número similar de periodistas viajará de Japón a Holanda para cubrir no sólo la entronización, sino también el primer viaje al exterior en siete años de Masako, la mujer del heredero al trono, Naruhito, que, golpeada por una depresión, evita la vida pública.
Los príncipes Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda reconocieron ayer viernes que ya están en "la verdadera cuenta atrás" hacia el 30 de abril, en que se producirá la abdicación de la reina Beatriz y ellos asumirán al corona de los Países Bajos. "Este es un momento muy especial. La verdadera cuenta atrás ha empezado ya", dijo el príncipe de Orange durante la inauguración hoy en Enschende (este del país) de los Juegos del Rey, un evento deportivo que cada año se celebra en los colegios holandeses. El futuro rey de los holandeses se congratuló de que "todo el reino está participando desde Enschende a (la isla caribeña de) Bonaire". Los futuros monarcas de Holanda pusieron en marcha los Juegos del Rey con un toque de silbato simultáneo, después de haber participado en un desayuno con los escolares de Enschende, según la agencia ANP. El objetivo de esta iniciativa, que incluye varios juegos y deportes, es mostrar a los estudiantes de 65.000 escuelas primarias de los Países Bajos y de los territorios caribeños del reino cómo se avanza juntos. Este ha sido uno de los últimos actos previstos en la agenda de los príncipes holandeses antes de que comiencen las actividades oficiales de la abdicación el 30 de abril de la reina Beatriz en su hijo primogénito, que reinará como Guillermo-Alejandro I. Pero antes de eso, Guillermo-Alejandro celebrará hoy su cumpleaños en la intimidad, un acontecimiento que a partir de 2014 será público ya que en los Países Bajos el día del aniversario del monarca se denomina Día del Rey y se celebra en público. Este será el último año en que se celebre el Día de la Reina, el 30 de abril, fecha del cumpleaños y de la abdicación de Beatriz de Holanda. Desde que la reina Beatriz anunciara en un discurso televisado su decisión de abdicar, el pasado 28 de enero, la ciudad de Amsterdam prepara la ceremonia en la que Guillermo-Alejandro se convertirá en el primer rey varón del país en los últimos 123 años. La ciudad espera el 30 de abril a decenas de miles de asistentes para varios actos que tendrán como escenario el Palacio Real, la iglesia Nieuwe Kerk -en la céntrica plaza Dam-, y el lago Ij, por el que Guillermo Alejandro y Máxima, ya como reyes de los Países Bajos, darán un paseo en barca al final de esa jornada. Las autoridades de la capital han tenido en cuenta todos los aspectos relativos a la jornada, delimitando desde espacios para posibles manifestaciones hasta la cantidad máxima de cervezas que los supermercados podrán vender a cada cliente, fijada en seis. Por otra parte, el Ayuntamiento de Amsterdam decidió prohibir el lanzamiento previsto de 150.000 globos naranjas de helio, después de que varios grupos ecologistas alertaran del peligro que ello suponía para los animales. Los ciudadanos también han lanzado sus propias iniciativas para conmemorar la ocasión, creando, por ejemplo, una página web en la que se cada uno puede sugerir sus deseos para el país, entre los que un jurado elegirá posteriormente los mejores, para ser recopilados en un libro que se entregara al ya rey Guillermo-Alejandro.

jueves, 25 de abril de 2013

La historia de Maxima - Octavo capitulo

Un destino muy romántico Luna de miel fue en Saint Moritz, en Suiza. Ambos compartieron su pasión por el ski, deporte que siguen practicando cada invierno en los Alpes. El secreto les duró poco. Contra su deseo manifiesto de "volverse invisibles por un tiempo", la argentina y princesa real de Holanda, Máxima Zorreguieta, fue descubierta junto con su marido, el príncipe Guillermo Alejandro de Orange, en una estación de esquí de Saint-Moritz, cuando ambos sólo llevaban 48 horas de luna de miel, tras su espectacular casamiento en Amsterdam, el sábado último. "No diremos a nadie el destino de nuestra luna de miel. Eso es un secreto", había dicho el príncipe heredero, Guillermo Alejandro, cuando en una entrevista televisiva le preguntaron sobre el destino de la real pareja tras las ceremonias oficiales. Pero lejos de molestarse una vez frustrado el deseo de privacidad, la pareja sonrió a los fotógrafos por un rato. Y luego, claro, dieron a entender que ya estaba bien. Desde que a las 18 del sábado último, cuando ambos abandonaron la fiesta que, tras el casamiento, se realizó en el Palacio Real de Amsterdam, buena parte de la prensa rosa del Viejo Continente quiso saber dónde estaban los novios cuyo matrimonio hizo sonreír a toda Holanda y disparó la popularidad de la corona. La primera pista del destino en la estación de esquí de Corviglia se tuvo apenas 24 horas después, cuando la policía del pequeño pueblo tuvo que admitir que Máxima y su marido habían estado allí. "Pero no sabemos por cuánto tiempo más permanecerán", añadió el mensaje policial en un ingenuo intento por evitar la llegada de periodistas. Pronto, periodistas y fotógrafos ubicaron a los recién casados que, con una sonrisa -como se vio-, accedieron a posar por un rato. También se supo que antes de llegar a la estación de esquí su vuelo hizo una escala en Londres. Posiblemente allí -o en algún otro punto de Europa- hayan tenido un encuentro privado con los padres de Máxima, que no pudieron asistir al casamiento por decisión del gobierno holandés, que objetó la participación de Jorge Zorreguieta en el régimen militar. De todos modos, la familia Zorreguieta puede ir cuando lo desee a Holanda. Incluso, hoy mismo. Pero los recién casados, por lo que se sabe, no se apartarán de su luna de miel hasta poco antes de fin de mes. Entonces, Máxima comenzará su actividad oficial como princesa real.

La historia de Maxima - Septimo capitulo

Entre repiques de campanas, globos al aire, pétalos de rosa en cascada, ovaciones y llantos, la argentina Máxima Zorreguieta se convirtió ayer en princesa real de Holanda. Y los habitantes de esta ciudad progresista volvieron sin pudor a los cuentos de hadas cuando la joven y su flamante marido, el heredero del trono de Orange, cumplieron el rito de saludar desde el balcón del Palacio Real. Pero el delirio llegó cuando, finalmente, la pareja se dio el beso por el que la multitud había clamado, incluso, con carteles que lo pedían expresamente. Pocas veces algo tan simple fue tan deseado y quizá por eso no fue sólo uno, sino que fueron cinco. Y seguro hubiesen sido más de no haber mediado el rígido protocolo real que desaconseja ese tipo de demostraciones en público. Fueron más de tres horas y media de ceremonia pública, emotiva y perfectamente organizada. Desde las 10.05, en que la pareja apareció del brazo en la puerta del Palacio Real, hasta las 13.45, en que, con ojos brillantes se despidieron de la multitud que los ovacionó a los pies de ese mismo edificio, sobre la plaza Dam. Compenetrados y felices, ambos estuvieron muy pendientes uno del otro durante las tres etapas de la ceremonia: el casamiento civil, el religioso y el paseo en carroza. Máxima, con un vestido de seda de color marfil, de escote alto y mangas tres cuartos, con cola de más de cinco metros y tocada con una corona con abundancia de perlas. Guillermo, con su uniforme de gala de capitán de navío, que incluye una larga espalda que tuvo que ponerse y sacarse varias veces para sentarse o arrodillarse. Los dos formaban una pareja de película. Pero la realidad es otra cosa. Apenas empezó todo, la novia escuchó la advertencia del alcalde de Amsterdam, que ofició la ceremonia civil. "Para el observador superficial, esto puede parecer un cuento de hadas. Pero usted ya sabe de las dolorosas limitaciones que impone el título de Princesa. Incluso en el día de hoy", dijo. Se refería, sobre todo, a la ausencia de los padres de la novia, impuesta por el gobierno holandés. Quienes sí tuvieron puntería fueron los manifestantes antimonárquicos y anarquistas, que lograron estampar una bomba de pintura blanca contra la carroza dorada en que los novios pasearon durante quince minutos por toda la ciudad. El artefacto dio justo en la ventana derecha, donde estaba Máxima. Los vidrios blindados del centenario carruaje de caballos, que sólo se utiliza en casamientos de la Casa Real, la salvaron de un desastre. UN POCO DE RUIDO Hubo también un "cacerolazo" de argentinos, pero no alteró el paso de los contrayentes. Y, por muy real que fuera, la boda tuvo también algunas de esas cosas que casi siempre pasan: el príncipe Guillermo Alejandro tuvo que maniobrar durante un minuto largo hasta que, por fin, pudo colocar la alianza de platino en el anular de su esposa. Reyes, reinas y príncipes presentes contuvieron el aliento y luego soltaron un suspiro de alivio cuando ese tramo quedó superado. Con sonrisas y gestos de complicidad, Máxima ganó sobradamente la batalla contra las lágrimas. Sólo fue derrotada, sin reparos, por la emotiva ejecución del tango "Adiós Nonino", que Astor Piazzolla escribió, precisamente, para un padre -el suyo- ausente. Apenas el bandoneón que pidió la joven retumbó en la medieval Nieuwe Kerke, una primera lágrima rodó por su rostro hasta llegar al cuello. Luego siguieron más. Pero no fue la única: a sus espaldas, la temperamental reina Margarita de Dinamarca -tía del novio- apeló sin disimulo a un pañuelito blanco. Y pronto lo mismo hicieron otros miembros de la realeza, mientras que, para entonces, los familiares y amigos argentinos de Máxima ya estaban poco menos que doblados por el llanto. Hasta algunos periodistas holandeses se emocionaron. "Wonderful, is this a tango?", preguntaban a sus colegas argentinos. Celebrada con la austeridad del rito protestante que practica la familia real, con largos momentos de silencio -incluso, cuando los novios completaban su ingreso en el templo- la ceremonia incluyó, sin embargo, más detalles para la novia de cultura más expresiva y fe católica: la ejecución del Ave María, de Schubert, que no suele faltar en casi ningún matrimonio católico que se celebre en Buenos Aires. También invitado por Máxima, el sacerdote argentino Rafael Braun no sólo leyó un fragmento del Libro de Ruth, del Antiguo Testamento, sino que participó activamente en el oficio en otros dos momentos más: la apelación a los testigos de los contrayentes y en parte de la emotiva bendición final. La presencia del sacerdote había sido cuestionada hace quince días por la prensa holandesa, en relación también con su actuación en el período del gobierno militar que encabezó el ex general Jorge Videla. Pero ayer su figura pasó inadvertida. Incluso se supo que el clérigo habló con el padre del novio, el príncipe Claus, a quien ayer se vio por primera vez en todos estos festejos que se iniciaron días atrás. El estado de salud del príncipe consorte -con serias limitaciones para moverse- le impide hacer mucho más. También se lo vio al príncipe Bernardo, de 92 años, padre de la reina Beatriz y abuelo de Guillermo. Besos en el balcón Tras dar el “ja”, “sí, quiero” en holandés, los recién casados desfilaron en la histórica carroza de oro de los Orange rumbo al Palacio Real. Una vez allí, saludaron al pueblo desde el balcón y se besaron cuatro veces antes de cerrar las puertas para un festejo íntimo e inolvidable. DEL BRAZO Y SONRIENTES Desde que se mostraron en público por primera vez ayer por la mañana, Guillermo, de 34 años, y Máxima, de 30, estuvieron siempre juntos. Y del brazo, ambos entraron primero en el edificio de la Bolsa, Beurs van Berlage, donde tuvo lugar la ceremonia civil. Y, más tarde, en la antigua iglesia Nieuwe Kerk, sin que padrino alguno entregara a la novia en la ceremonia, a diferencia de lo que suele ser costumbre en los casamientos católicos en nuestro país. Pero sí tuvieron testigos para acompañarlos en la boda. En el caso de Máxima, su tía materna, Marcela Cerruti, y uno de los hermanos, Martín Zorreguieta. Su hermana menor, Inés, de 17 años, estuvo todo el tiempo al lado de la novia en condición de dama de honor. También lo fue la reina Beatriz. Entre la ceremonia civil y la religiosa, la pareja real se trasladó en un automóvil Rolls Royce de 1957, rodeada por 12 regimientos militares, con decenas de guardaespaldas camuflados bajo los uniformes históricos. Reyes, reinas y príncipes herederos de las casas de Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña, España, Japón, Jordania, Luxemburgo, Mónaco y Suecia asistieron al "ja" (sí) que se dieron los novios. Y luego los aguardaron en el Palacio Real hasta que retornaron, exultantes, de su saludo en el balcón. Esa imagen fue, posiblemente, la última foto pública que se vea de Guillermo y Máxima durante el próximo mes. Por lo menos, si consiguen mantener el secreto mejor guardado del reino: el destino de la luna de miel al que partieron anoche.

La historia de Maxima - Sexto capitulo

El gran día El 2 de febrero del 2002, a las 10.05, Máxima y Guillermo se casaron por civil en el edificio Beurs Van Berlage, ante pocos invitados. Máxima derramó allí sus primeras lágrimas. La reina Beatriz fue su madrina y su gran apoyo. Las lágrimas de la princesa Al mediodía tuvo lugar la misa en la Iglesia Nieuwe Kerk. Durante la ceremonia, el bandoneonista Carel Kraayenhof tocó Adiós Nonino a pedido de la novia, como un mensaje para su padre, ausente en el día más importante de su vida. Las lágrimas de Máxima ese día conmovieron al mundo.

La historia de Maxima - Quinto capitulo

Comienzan los festejos Los festejos comenzaron el 31 de enero del 2002. Un baile de gala convocó a los representantes de las casas reales de todo el mundo. Máxima lució un vestido de Valentino color naranja, de encaje bordado con hilos de plata. Bailó toda la velada, feliz a la espera del gran día. Ámsterdam se viste de naranja El 1 de febrero del 2002, Máxima y Guillermo desfilaron por las calles de Ámsterdam en un auto antiguo saludando al pueblo a su paso, rumbo al Arena Stadium, donde tuvo lugar una multitudinaria fiesta para los futuros esposos, al que asistieron miles de ciudadanos holandeses.

El vestido y las joyas, el secreto mejor guardado de Máxima

Admirada por los holandeses por su espontaneidad y franqueza, Máxima Zorreguieta suele hablar de todo. Tanto que a veces lo hace algo de más, como cuando dijo, hace unos años, que la "identidad holandesa" no existía o como cuando, en febrero, afirmó que sería "un honor suceder" a la reina Beatriz, responsabilidad que, en realidad, recae sobre su marido. Estos días previos a la asunción no fueron la excepción. La aún princesa de Orange habló de todo, desde lo polémico hasta lo más simple. Explicó por qué no viene nadie de su familia a la entronización, describió la naturalidad con la que su hija Amalia toma ser la nueva heredera al trono, contó que tiene "nervios saludables" por la asunción. Pero no dio siquiera un detalle sobre lo que más quiere saber la prensa rosa holandesa y del mundo: qué se pondrá el día en que se convierta en reina consorte de Holanda. A medida que se acerca la entronización, poco queda ya por conocerse sobre el minuto a minuto de los festejos. Las ceremonias comenzarán el lunes con una comida en el Rijksmuseum para los invitados oficiales y seguirán durante todo el martes próximo, desde las 10 hasta el final del día. Estarán allí la mayoría de los herederos de los tronos europeos, pero ningún rey para que, como indica la tradición, no opaque al nuevo monarca. Guillermo Alejandro usará el trono que utilizó su bisabuela, la reina Guillermina, y llevará puesto un frac cubierto por el manto real. Todo se sabe, menos el vestido y las joyas que lucirá Máxima. Ante el misterio de la princesa, la prensa y los expertos reales se lanzaron en una carrera de especulaciones. La primera es sobre quién diseñará el vestido. Máxima suele mostrarse con obras de Valentino, pero sería tal vez poco conveniente que usara un vestido italiano el día que asume como reina de Holanda. Los expertos se inclinan entonces por Jan Taminiau, un joven creador holandés que, además de haber vestido ocasionalmente a la princesa, también diseñó para la estrella pop Lady Gaga. La segunda incógnita que inquieta, como si fuera un asunto de Estado, a los expertos de la moda es el color del vestido real. En un primer momento, muchos especularon sobre el blanco, color que usó Beatriz en su entronización, en 1980. Sin embargo, Máxima será reina consorte y no jefa del Estado como su suegra, por lo que tampoco sería muy apropiado. Hoy la opción con más posibilidades es una mezcla de blanco y negro, como usó Juliana, abuela de Guillermo, el día que asumió. Las joyas son la intriga final de los expertos. Las mujeres de la dinastía Orange cuentan con piedras preciosas admiradas y envidiadas en toda Europa. Son los huisdiamanten (diamantes de la casa), engarzados en un juego de tiara, collar y broche de dimensiones poco habituales. Las reinas Guillermina y Juliana usaron las joyas cuando fueron entronizadas, pero Beatriz prefirió dejarlas de lado porque eran demasiado grandes. La recesión que golpea a Holanda podría llevar a Máxima a imitar la austeridad de su suegra. Pero, con el secreto en pie, eso se sabrá sólo el martes..

Holanda ya vive una gran fiesta

Holanda comenzó ayer a vestirse de naranja, el color de los Orange, la casa real. A seis días de que la reina Beatriz abdique en favor de su primogénito, los holandeses trabajan arduamente en los preparativos para la investidura del príncipe Guillermo Alejandro y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, próximos rey y reina de Holanda, respectivamente. El centro de la capital holandesa se llenó de banderas naranjas, además de guirnaldas para decorar los tranvías que circulan por la bella ciudad europea. Desde hoy, la fachada de la estación central de tren luce estandartes de tres metros con los colores de la bandera holandesa (rojo, blanco y azul) y las iniciales del futuro rey: WA (Willem Alexander). También varios edificios exhiben fotografías o dibujos de los perfiles de la familia real. Los cafés, tiendas y restaurantes prefieren el naranja. La fiebre llegó incluso al barrio rojo: allí, los sex shops adornan sus vidrieras con los colores de la casa real. Coronas gigantes, guirnaldas naranjas y banderas holandesas engalanan las calles de la capital. "Mientras haya rojo, blanco y azul o naranja y ninguna publicidad, está todo permitido", señalan las autoridades de la ciudad, que esperan el arribo de un millón de personas para la entronización de los futuros reyes de Holanda. "Tres meses es muy poco tiempo para la organización de un evento de esta categoría, pero notamos que el entusiasmo de la gente crece a medida que se acerca el día", declaró la portavoz del municipio de Amsterdam, Tahira Limon, citada por la agencia de noticias EFE. En tanto, el alcalde de la capital holandesa, Eberhard van der Laan, señaló que planifican las actividades con el objetivo de que la esperada ceremonia se produzca en un ambiente festivo y que Holanda olvide por un día la crisis económica que golpea Europa. SEMANA DE FESTEJOS Los perfiles de la reina Beatriz y de su hijo sucesor Guillermo en un rascacielos. Jueves 25 Los eventos que prepara Holanda comenzarán oficialmente mañana, cuando el príncipe de Orange abra la conferencia "The next web" en el Westergasfabriek en Amsterdam, junto a la princesa Máxima, que será la invitada de lujo del "Día de las Niñas". Ese día, las empresas de tecnología, instituciones de investigación y educación permiten que chicas de 10 a 15 años se familiaricen con novedades tecnológicas. Viernes 26 El príncipe de Orange y la princesa Máxima inauguran los Juegos del Rey, un día nacional del deporte para los alumnos de la escuela primaria, en el contexto del cambio de gobierno el 30 de abril. Lunes 29 A las 20.30 horas (15.30 hora argentina), la reina Beatriz hablará por Radio 1, mientras que por la noche agasajará en una cena a los miembros de la familia real y misiones reales y extranjeras en el Palacio Rijksmuseum Martes 30 Todo tipo de artículos con la imagen de los futuro reyes ya se venden en Holanda, como estas bufandas. Se organizan eventos paralelos a la coronación: La Museumplein de Amsterdam, la plaza más grande de la ciudad, se transformará en la Plaza Orange. Las familias podrán disfrutar de un festival de música con la presencia de los más destacados artistas holandeses de entrada libre y gratuita. Aunque habrá un acceso VIP de solo 3000 asientos a 10 euros cada uno. A las 10 (5 de la Argentina) toda la ceremonia de la inauguración del reinado será transmitida por pantallas grandes. Después del saludo en el balcón comenzará una fiesta para los niños, la "Kinderbal". Los niños y sus padres podrán disfrutar de la presentación de los varios artistas. Por la tarde, la fiesta continúa con un concierto pop con la presencia de los cantantes Van Velzen y Alain Clark. Por la noche, a las 21.15, la orquesta Koningsbal, a cargo del artista André Rieu, tocará para los invitados su "King Waltz", o Vals del Rey, una pieza especialmente compuesta para esta histórica ocasión..

lunes, 22 de abril de 2013

Estilo Maxima

Desde sus primeros días como princesa, Máxima Zorreguieta demostró saber vestirse según la ocasión, con elegancia y una frescura siempre muy bien recibida por los holandeses y las revistas especializadas de moda. Si en un principio lucía más sobria, hoy se atreve a los colores vibrantes y hasta a combinarlos entre sí. Sabe sacar partido de su figura: elige el talle a la cintura y los largos a la rodilla. Y como buena argentina, se apunta a las tendencias.

La historia de Maxima - Cuarto capitulo

Es amor y de una naturaleza sumamente apasionada. No estamos hablando de la evidente devoción del príncipe heredero, Guillermo Alejandro, sino de la absoluta fascinación del pueblo holandés por su novia, la argentina Máxima Zorreguieta, tras la confirmación oficial de su compromiso. Y en esta ocasión la opinión pública y la prensa holandesa, que en los últimos meses parecían vivir en países distintos, han decidido transitar el mismo camino. "Máxima conquistó a Holanda", proclamaba ayer el tradicional matutino Haagsche Courant. "Holanda sucumbe ante Máxima", coincidía su competidor Algemeen Dagblad, para incluso afirmar que su llegada a la Casa Real de Orange constituirá una "renovación para la monarquía". "Aun sin un beso, todo el mundo quedó contento", sostuvo Het Parool, reprochando lisonjeramente la resistencia de la pareja a los gritos de "Zoenen, zoenen!" (¡Qué se besen!, ¡que se besen!) de la multitud que se agolpó frente al Palacio Real. Con su holandés casi vernáculo, su sonrisa presente en todo momento, incluso ante las preguntas más provocativas de la prensa local, y, ante todo, por la honestidad demostrada en las contestaciones, Máxima "se metió en el bolsillo" a todos los críticos. Ninguno de los medios que zarandearon su figura se animó ayer a decir una sola palabra en contra de ella. Al contrario, si se sacaran los adjetivos positivos de las decenas de notas publicadas sobre su persona los periódicos quedarían reducidos al tamaño de un telegrama. Y qué decir de las revistas del corazón. Wilma Nanninga, editora de Privé, la más popular, ordenó agregar 5000 ejemplares más a la tirada semanal consciente de que la fresca popularidad de la futura reina de Holanda incrementará automáticamente la demanda.

La historia de Maxima - Tercer capitulo

La noticia más esperada: el compromiso El 19 de enero del 2001, Guillermo se arrodilló ante Máxima en el lago congelado del Palacio de Huis ten Bosch, donde residía. Estaban patinando sobre hielo. Allí le pidió que sea su esposa. La reina lo comunicó oficialmente el 30 de marzo de ese año. La imagen oficial del compromiso dio vuelta al mundo. Máxima muestra el anillo con brillantes color naranja, en homenaje a la Casa Real de Orange, que le regaló su prometido. Desde ese momento, la joven argentina acaparó las portadas de los medios de toda Holanda.

La historia de Maxima - Segundo capitulo

Los holandeses tuvieron ayer dos razones de peso para festejar: una boda real y el cumpleaños de quien se ha convertido en la mujer más fotografiada en su país, Máxima Zorreguieta. El más joven de la familia real holandesa, el príncipe Constantijn, de 31 años, contrajo ayer matrimonio civil con la hija del ministro de Agricultura holandés Laurentien Brinkhorst, de 34 años. La ceremonia fue conducida por el alcalde de La Haya, transmitida por radio y televisión y presenciada por la reina Beatriz, su esposo, el príncipe Claus, el abuelo de los novios, el príncipe Bernhard y por el príncipe heredero Guillermo Alejandro y su famosa novia argentina. MUESTRAS DE CARIÑO Máxima, vestida con un sobriosísimo traje de falda y chaqueta celeste pálido, acaparó involuntariamente la atención cuando varios de los invitados al acto decidieron acercarse para felicitarla por haber cumplido ayer 30 años. La joven respondió con efusivos abrazos y no dudó incluso en sacarse el enorme sombrero que lucía -como el protocolo lo impone en este tipo de ocasiones- al notar que estorbaba las muestras de cariño. Este simpático incidente con Máxima fue la única dosis de color en una ceremonia que no se apartó en nada del trámite habitual seguido por la mayoría de los ciudadanos holandeses que deciden contraer matrimonio. ANTE LA REALEZA EUROPEA Más lujo y pompa probablemente se podrán ver mañana en las calles de la capital holandesa, cuando Constantijn y Laurentien confirmen sus lazos durante un servicio religioso al que se han invitado más de mil personas. La lista de sangre azul incluye al príncipe japonés Akishino, el exiliado rey griego Constantino (padrino del novio) así como al príncipe belga Felipe y la princesa sueca Victoria. El benjamín de la familia real holandesa, sin embargo, nunca ha sido proclive a las grandes fiestas. De profesión abogado, Constantijn se enamoró de su novia trabajando como asesor en temas de inmigración en la Comisión Europea (el padre de Laurentien fue eurodiputado durante más de una década). El muchacho ya conocía a la joven porque su madre fue a la misma escuela primaria que la reina. Las ahora consuegras son amigas inseparables desde hace años. Durante una entrevista televisiva esta semana, Constantijn confirmó que no tiene la "más mínima intención" de acceder al trono (está tercero en la línea de sucesión) y anunció que instalará su hogar en Londres por razones laborales tanto de él como de su novia, una reconocida experta legal y de relaciones públicas. .

La historia de Maxima - Primer capitulo

Los vítores y silbidos aprobatorios de unas 2000 personas que corrieron como niños por la calle Paleisstraat para estrechar las manos del príncipe heredero, Guillermo Alejandro, y de Máxima Zorreguieta, fue el reconfortante epílogo de una jornada donde la palabra "sacrificio" estuvo en labios de todos. La joven pareja, que ayer dejó de lado el protocolo para saludar sorpresivamente en la puerta del Palacio Real, se casará a principios del año próximo. Y la muchacha argentina será, a su debido tiempo, y siempre que el Parlamento apruebe su boda (lo que ahora es muy probable), reina de Holanda. Pero la lógica conclusión de sus dos años de romance tuvo un precio. Su padre, Jorge Zorreguieta, secretario de Agricultura del régimen de Jorge Rafael Videla, decidió no asistir a la boda. Su mujer, María del Carmen Cerruti, tampoco estará presente en el día más feliz de su hija. Esta decisión, como muchas otras, se dieron a conocer ayer por medio de una serie de bien coreografiadas alocuciones y conferencias de prensa en los dos kilómetros cuadrados donde se concentra aquí el poder político de Holanda. La Nación fue el único medio argentino presente en estos encuentros. Todo comenzó con una emisión televisiva, a las 18, en la cual la reina Beatriz, sentada en lo que pareció ser un living del Palacio Real, junto a la pareja y su esposo, el príncipe Claus, habló con calidez de las cualidades de "mujer moderna" que Máxima traerá a la Casa Real de Orange. La monarca dijo, al referirse a su hijo y a su prometida, que "ambos saben que esta responsabilidad muchas veces les exige mucho de sus vidas personales", para añadir que "tenemos que dar a Máxima el tiempo y la serenidad para que aprenda más del país". "Tiene que tener la posibilidad de sentirse aquí como en casa y, en la medida de lo posible, convertirse en holandesa", agregó Beatriz. El padre de Guillermo Alejandro, visiblemente debilitado por varias enfermedades, incluido el mal de Parkinson, dio la bienvenida a su futura nuera aconsejándole con inmensa ternura y en tono de broma "aprender a hablar holandés, porque yo, que vengo de Alemania, descubrí que es el mejor modo de ganarse el afecto de los holandeses". Máxima no se hizo rogar. Ataviada con un discretísimo vestido de lino rojo y con su rubio cabello arreglado en un doble chignon, evocativo para muchos de una joven Evita, la novia dejó a todos boquiabiertos al agradecer en un holandés casi nativo todas las atenciones y asegurar que se sentía "muy feliz al verse tan bien recibida". Guillermo Alejandro, sin embargo, daría un adelanto de lo que vendría más tarde, al decir que estaban conscientes de que "mucha gente en este país tenía dudas de nuestra relación" y que esperaba que su matrimonio "resulte en una familia tan fuerte y sólida como la de los Zorreguieta". A lo cual la reina agregaría, antes de despedirse: "Máxima es una persona muy leal a la gente que quiere".

Prometen una celebración sobria para la investidura de Guillermo y Máxima

A ocho días de que la reina Beatriz abdique el próximo 30 de abril en favor de su primogénito, los holandeses trabajan arduamente en los preparativos para la investidura del príncipe Guillermo Alejandro y la argentina Máxima Zorreguieta, próximos rey y reina de Holanda, respectivamente. La ceremonia que concentrará la atención de la prensa mundial se realizará en Amsterdam, la capital del país, donde según marca la Constitución holandesa se deberá firmar el acta de abdicación de la monarca anterior. Los complejos preparativos, diseñados milímetro a milímetro y que incluyen desde el arreglo y la ornamentación de las avenidas y calles hasta la designación de seis lugares especiales para manifestaciones antimonárquicas, corren contrareloj desde que la reina Beatriz anunció su abdicación el pasado 28 de enero. En Holanda, el traspaso del poder real se realiza a través de una ceremonia de "investidura" a diferencia de otras monarquías europeas donde un monarca es literalmente "coronado". La diferencia es que una coronación tiene un carácter religioso, mientras una investidura es una ceremonia eminentemente laica, según precisa el sitio oficial holandés Holland. Durante esta ceremonia, en la que el soberano es investido por sus súbditos que así aceptan su reinado, el monarca tampoco recibe una corona, sino que ésta, el cetro y el orbe real permanecen sobre la mesa llamada credencia, junto con un ejemplar de la Constitución. Así, el 30 de abril los representantes del pueblo reunidos en el Parlamento, ofrecerán su lealtad al monarca, y éste a su vez prestará juramento. El monarca tiene el poder real aunque aún no haya sido investido, porque el trono no puede quedar nunca vacante, es decir la investidura es sobre todo una ceremonia de confirmación. ABDICACIÓN La abdicación oficial tendrá lugar a las 5 de Argentina en el Palacio Real de Amsterdam, ubicado en la céntrica Plaza Dam, tras lo cual la actual monarca y el recién nombrado rey pronunciarán un corto discurso en el balcón del palacio que será retransmitido en directo por la televisión pública NOS. En la ceremonia estarán presentes los más prominentes políticos del país, como los presidentes de las Cámaras Legislativas, el Consejo de Ministros y una serie de miembros de las Familia Real, entre ellas las tres hijas de los por ahora príncipes de Orange: Catalina Amalia, la heredera del trono, Alejandra y Ariadna. Una vez terminada la abdicación, Guillermo y Máxima -ya consagrados como reyes de Holanda- saldrán al balcón para saludar a los presentes. Guillermo Alejandro y Máxima serán los primeros príncipes herederos europeos en asumir el trono en el siglo XXI, y serán así la pareja real más joven de las monarquías occidentales. "Tres meses es muy poco tiempo para la organización de un evento de esta categoría, pero notamos que el entusiasmo de la gente crece a medida que se acerca el día", declaró la portavoz del municipio de Amsterdam, Tahira Limon, citada por la agencia de noticias EFE. El alcalde de la capital holandesa, Eberhard van der Laan, en tanto, señaló que planifican las actividades con el objetivo de que la esperada ceremonia se produzca en un ambiente festivo y que Holanda olvide por un día la crisis económica que golpea Europa. En ese marco, el primer ministro liberal Mark Rutte adelantó a la prensa en repetidas oportunidades que la celebración será "sobria", siguiendo la política de contención de costos de los últimos años. Tampoco habrá regalos para la monarca saliente ni para la nueva pareja de reyes, que ya rechazaron presentes para evitar gastos extraordinarios y sólo pidieron "el entusiasmo de los ciudadanos". El 22 de marzo pasado, el municipio de Amsterdam destinó seis áreas especiales para la realización de protestas antimonárquicas, con el objetivo de evitar que se repitan los disturbios de 1980 durante la coronación de la reina Beatriz, cuyo ascenso al trono fue contestado por el movimiento "okupa" que protestaba por la política de vivienda en la capital holandesa. Fuera de los gastos de seguridad, el evento costará a las arcas públicas 11 millones de euros, de los cuales seis millones salen de las arcas municipales de Amsterdam y los otros cinco de los presupuestos nacionales, especificaron fuentes locales.

Paso a paso: cómo y dónde será la entronización de Máxima

Holanda está preparada para la toma de posesión del nuevo rey. El 30 de abril, la actual reina, Beatriz, abdicará en favor de su hijo Guillermo Alejandro. Ese día, Máxima será ungida reina de los Países Bajos, en tanto esposa del soberano. La Casa Real holandesa ofrecerá dos días de celebraciones que incumben tanto a los representantes de las casas reales como a los jefes de Estado de todo el mundo, y también a los miles de espectadores que se darán cita en las calles de Amsterdam para el evento. Los actos comenzarán el día 29 de abril a las 20., con una cena de gala en el Rijksmuseum -Museo Nacional de Amsterdam- ofrecida por la reina a los miembros de las distintas familias reales y jefes de estado asistentes. El Rijksmuseum, donde tendrá lugar la cena de gala previa a la entronización. Foto: Corbis 5.00-5.30 (HORA ARGENTINA) La plaza Dam frente al Palacio Real de Amsterdam estará repleta. Puertas adentro, en el salón Mosezaal del Palacio, la reina Beatriz abdicará en favor de su hijo. Alli estarán presentes los Presidentes del Senado y de la Cámara de los Representantes, el Consejo de Ministros para el Reino, los miembros de la Familia Real, los gobernadores y primeros ministros de Aruba, Curaçao y Saint Maarten. La reina va a dirigir unas breves palabras. El director de la oficina de la reina va a leer el texto de la abdicación que luego la reina firmará. Finalmente, el instrumento de abdicación será firmado por los testigos. 5.30-5.50 Su Majestad el rey Guillermo Alejandro, Su Majestad la reina Máxima y Su Alteza Real la princesa Beatriz de los Países Bajos saldrán al balcón del Palacio Real de Ámsterdam. Beatriz y el nuevo rey van a dirigir ambos un breve discurso, y luego se cantará el Himno Nacional de Holanda, el "Wilhelmus". La princesa de Orange, Amalia, y Sus Altezas Reales las princesas Alexia y Ariane se reunirán luego con ellos en el balcón. 8.30 El Palacio Real y a la derecha, la Iglesia Nieuwe Kerk, los dos escenarios principales de la ceremonia de entronización. Foto: Getty Images Apertura de las sesiones de los Estados Generales, seguida por la entrada de los miembros de los Estados Generales y de los Estados de Aruba, Curaçao y Saint Maarten, el Consejo de Ministros para el reino y el Consejo de Estado. 8.50 La princesa Beatriz y los otros miembros de la Familia Real se dirigirán a la Iglesia Nieuwe Kerk. 9.00 El rey y su corte se dirijirán a la Nieuwe Kerk 9.00-10.30 Juramento e investidura del rey en la sesión de apertura de las dos cámaras de los Estados Generales en la Iglesia Nieuwe Kerk. El rey dirá unas palabras y luego le tomarán juramento. El presidente de la sesión de apertura, Fred de Graaf, dirá unas palabras y realizará una declaración solemne, después de la cual los miembros de los Estados Generales y de los Estados de Aruba, Curaçao y St. Maarten prestarán juramento y realizarán una confirmación. Los reyes desfilarán en el barco Dragón Verde, propiedad de la Casa Real desde los tiempos de la reina Guillermina. Foto: Corbis 10.30 El rey y séquito se dirigirán nuevamente al Palacio Real de Amsterdam. 11.30-13.00 Recepción de las comitivas reales y extranjeras, dignatarios y miembros de los Estados Generales y los Estados de Aruba, Curaçao y Saint Maarten y el cuerpo diplomático en el Palacio Real de Amsterdam. 14.30 La "Canción para el rey" será interpretada en presencia de los reyes y luego se realizará el desfile en barco por el Río Ij 14.45- 16.00 El río Ij y en el fondo, El EYE Film Museum, desde donde partirá el barco real para el desfile que recorrerá toda la ciudad. Foto: Corbis El rey Guillermo Alejandro, acompañado por su mujer y sus hijas subirán al barco real. El desfile empezará en las inmediaciones del Eye Film Museum, pasando por el Oever Park y la ‘Kop van Java’. En varios lugares durante el recorrido, se celebrarán eventos que formarán parte del programa festivo. 16.30 Para finalizar el día de celebraciones, habrá una fiesta que tendrá como anfitrión al Primer Ministro de Holanda, Mark Rutte.

Máxima, en la cuenta regresiva: deslumbró con su look en un concierto

Se acerca acerca el momento de la verdad en Holanda: la reina Beatriz abdicará en favor de su hijo mayor el próximo 30 de abril, y Máxima y Guillermo se convertirán en reyes. Pero lejos de vivir estos últimos días con agobio o presión se ven felices. Así se mostraron en la llegada de ayer de los tres protagonistas, la reina y los herederos, al concierto conmemorativo de los 125 del Concertgebouw, el gran auditorio y teatro de ópera de Ámsterdam, porque la sonrisa de los Orange se parecía más a la sonrisa de la princesa Máxima.

Máxima y Guillermo, relajados antes de la coronación

En su última entrevista antes de la coronación que los convertirá en reyes de Holanda, tras la abdicación de la reina Beatriz, Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta se mostraron distendidos, en un anticipo de lo que será el nuevo estilo de la realeza en el País Bajo. Los futuros reyes, risueños y relajados, minimizaron el papel del protocolo, hablaron de sus familias y de sus planes para el país, en una entrevista grabada con el canal estatal NOS y la cadena privada RTL 4 y transmitida ayer. "Quiero ser un rey del siglo XXI, que pueda estar junto a la sociedad", dijo el heredero de la corona, quien, junto a su mujer, declaró que no es necesario que a partir del próximo 30 de abril, después de la coronación, la gente cambie el trato hacia ellos. Así, el futuro rey mostró una señal de que será un monarca informal más semejante al estilo de su abuela, la reina Juliana -conocida por su perfil bajo y por andar en bicicleta en público-, que al de su madre, la reina Beatriz. "No soy un fetichista del protocolo. La gente puede dirigirse a mí de la forma que consideren conveniente, del modo en que se sientan más cómodos. No soy ningún obsesionado del protocolo. Seré Rey, pero también un ser humano", dijo Guillermo en la entrevista, y aclaró que le gustaría mantener su nombre, y no cambiarlo por Guillermo IV. En la misma línea, Máxima, que se convertirá en reina consorte a fin de mes, completó: "Todo el mundo me llama Máxima por la calle. Al fin y al cabo no es tan relevante que te llamen Princesa o Reina. Lo importante es el título que representamos". La princesa de origen argentino también expresó que desea mantener sus responsabilidades laborales aún después de convertirse en reina. "Mi intención es continuar, especialmente en el caso de mis actividades en el exterior. No sólo porque me apasionan sino también porque creo que son beneficiosas para la imagen de Holanda", expresó. Con la mira en la ceremonia del próxima 30 de abril, los futuros reyes comentaron que tienen previsto ensayar con sus tres hijas, de 9, 7 y 6 años, para que "sepan qué tienen que hacer en cada momento". "No es que sea muy complicado, pero tienen que hacerlo bien", aclaró Máxima, que no quiso revelar cómo será el vestido o los accesorios que lucirá durante la investidura. Además, agregaron que las tres niñas son conscientes de la carga histórica e institucional de la jornada, especialmente la princesa Amalia, que se convertirá en la próxima heredera del trono ese mismo día. "La faceta institucional de Amalia comenzará a los dieciocho años, cuando entre en el Consejo de Estado y reciba una dotación del Estado. Hasta ese momento la protegeremos en todo lo posible. Lo que significa que no participará en actividades oficiales, o en su caso lo hará lo menos posible. Su entorno ahora sólo debe ser el de sus padres, sus hermanas y sus amigos", advirtió el príncipe Guillermo. Al respecto, también bromeó sobre las expectativas de la pequeña por su eventual responsabilidad. "Me pregunta cuánto tiempo voy a estar en el puesto", contó Guillermo Alejandro.

Máxima: "Con mi familia decidimos que nadie viniera"

En su última entrevista antes de convertirse en reina, la princesa dijo que ningún Zorreguieta vajará a Amsterdam. Máxima Zorreguieta no estará acompañada por nadie de su familia el 30 de abril próximo, cuando se convierta en reina de Holanda , según dijo la propia princesa de Orange ayer, en una larga entrevista con dos canales de televisión locales, la última antes de la ceremonia del próximo 30, en Amsterdam. "Era evidente que mi padre no vendría", dijo la princesa. "En 2002 se cerraron acuerdos y éste es un evento constitucional donde mi marido se convertirá en rey y mi padre no tiene que estar", puntualizó con seguridad Máxima, haciendo referencia a la decisión del gobierno de que la familia Zorreguieta solamente estaría presente en celebraciones privadas. "Con mi familia tomamos la decisión de que nadie viaje", añadió De todas formas, la princesa de origen argentino dijo que "está en paz" con la decisión de que su padre, Jorge, que fue funcionario durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, no viaje a Amsterdam. Máxima señaló que la coronación es diferente de su casamiento, en 2002, del que sus padres tampoco participaron. "Entonces [eso] fue bastante doloroso", añadió la princesa. En la entrevista, unos muy relajados príncipes de Orange relataron que sabían desde hace un año que la reina Beatriz quería dejar el trono el 30 de abril de 2013 y que muchas veces les había costado mantenerse callados. Por su parte, Guillermo Alejandro dijo que él quiere convertirse en un rey del siglo XXI, abierto a los cambios y capaz de alentar y mantener unidos a los holandeses. El 30 de abril, en un día lleno de actos y fiestas en Holanda, el príncipe asumirá el trono de su madre y se convertirá en rey, mientras que Máxima se transformará en reina consorte. La heredera al trono será, automáticamente, la mayor de las tres hijas de Máxima y Guillermo Alejandro, Amalia, que se convertirá a partir de ese día en la nueva princesa de Orange. Hasta el momento, la pequeña, de nueve años, ya demostró su capacidad para los idiomas. No sólo habla su lengua natal, el holandés, sino que también domina el inglés y el español, que le inculcó su madre argentina. "Ella ya es consciente de que es la próxima", contó el príncipe Guillermo, que agregó que su hija le pregunta habitualmente cuánto tiempo piensa quedarse en el trono de Holanda

Máxima será reina de Holanda

En un mensaje rápido y sorpresivo, la reina Beatriz de Holanda anunció el 29 de enero de 2013 que abdicará en abril en favor de su primogénito, Guillermo Alejandro. Cuando el príncipe de Orange, de 45 años, asuma el trono, su mujer, Máxima Zorreguieta, de 41, será coronada reina. Se convertirá en la primera argentina en llegar al trono. "No abdico porque las tareas del cargo sean grandes, sino por la convicción de que las responsabilidades deben transmitirse a una nueva generación", dijo la reina. "Es con la mayor confianza que el 30 de abril pasaré el reinado a mi hijo. Él y la princesa Máxima están totalmente preparados para sus futuras tareas", destacó Beatriz, que cumplirá 75 años pasado mañana. En el momento histórico de la coronación de Guillermo Alejandro y Máxima, la familia de la princesa no estará presente, como sucedió hace casi diez años en la boda real. La decisión habría sido tomada por la propia Máxima, según informó ayer la prensa holandesa. Y estaría destinada a evitar un vendaval como el que se originó cuando fue anunciado el compromiso, en 2001, debido a que el padre de la argentina, Jorge Zorreguieta, fue secretario de Agricultura y Ganadería durante la última dictadura. La relación fue recibida con dudas en Holanda, tanto por el pasado del padre de Máxima como por su confesión católica (la monarquía holandesa es protestante). Esas reticencias desaparecieron con el tiempo, a medida que la popularidad de la princesa crecía hasta convertirla en uno de los miembros de mayor aprobación de la Casa de Orange. "Mi hijo y la princesa Máxima están totalmente preparados", dijo la reina. Con Guillermo Alejandro, Holanda volverá a tener un rey después de 118 años de monopolio femenino. El último monarca varón fue Guillermo III, que murió en el trono en 1890 y fue sucedido, a lo largo de los años, por tres soberanas.