
viernes, 23 de agosto de 2013
Entierro íntimo del príncipe Friso de Holanda
El príncipe Friso de Holanda, que falleció el lunes 12 de agosto a los 44 años por las secuelas de un accidente de esquí que le dejó en coma en el 2012, fue enterrado ayer por la tarde en la más estricta intimidad, cerca del castillo de su madre, la exreina y ahora princesa Beatriz. Para garantizar la seguridad en la ceremonia, se cortaron calles y se prohibió el acceso del público al cementerio, situado en el pueblo de Laage Vuursche, aunque el número de curiosos que se desplazaron al lugar fue menor de lo que la policía esperaba.
La familia real holandesa acudió al completo: el rey Guillermo-Alejandro y el príncipe Constantino, hermanos de Friso, junto a sus esposas; su madre Beatriz, que en abril abdicó en su hijo mayor; la esposa del fallecido, Mabel, e incluso las dos hijas de estos, Luana, de ocho años, y Zaria, de siete, junto a sus primas, de edades similares.
El hijo mediano de Beatriz fue enterrado a un centenar de metros de la futura residencia de su madre, ya que el cementerio linda con el castillo donde Beatriz pasará su jubilación.
Friso se casó sin el acuerdo del Gobierno con Mabel Wisse Smit, por lo que no formaba parte oficialmente de la familia real holandesa, y es el primer príncipe en varias generaciones que no es enterrado en la Nueva Iglesia de Delft.
jueves, 15 de agosto de 2013
Murió el príncipe Friso de Holanda, cuñado de Máxima
El príncipe Friso de Holanda, hermano del rey Guillermo Alejandro y cuñado de Máxima Zorreguieta, falleció por las secuelas que le dejaron un accidente de esquí ocurrido en Austria en febrero de 2012, anunció el servicio de prensa de la familia real recordando que el príncipe estaba en un estado de "conciencia mínima".
"El príncipe Friso falleció por las complicaciones y los daños ocasionados en el cerebro por la falta de oxígeno en su accidente de esquí el 17 de febrero de 2012 en Lech, Austria", indicó el comunicado.
Friso, de 44 años, sufrió un accidente de esquí en la localidad austriaca de Lech y desde entonces nunca pudo recuperar la plena consciencia. El príncipe fue sepultado por un alud y permaneció unos 20 minutos bajo la nieve hasta que pudo ser asistido por un equipo de rescatistas. Primero fue atendido en el Hospital Universitario de Innsbruck, donde fue diagnosticado con una conmoción cerebral que le produjo un estado de coma.
La familia decidió trasladarlo al Hospital Wellington de Londres donde estuvo internado más de un año, con pocas señales de recuperación. Este verano europeo, luego de la investidura de su hermano Guillermo Alejandro, fue llevado al Palacio Huis ten Bosch, la casa de la realeza en La Haya, donde pasó sus últimas semanas de vida.
Friso se casó en 2004 con la princesa Mabel con quien tuvo dos hijas, las condesas Luana y Zaria. Ese matrimonio no fue aprobado por el Parlamento holandés, que cuestionó una relación anterior de la mujer con un presunto traficante de drogas. Para contraer matrimonio, Friso renunció a los derechos a la línea de sucesión al trono, aunque conservó el título de príncipe de Orange-Nassau.
Luego de 18 meses en coma a causa de un accidente de esquí en Austria que le causó daños cerebrales irreversibles, el príncipe Johan Friso, hermano del rey Guillermo Alejandro de Holanda, murió ayer a los 44 años en La Haya, adonde había sido trasladado desde Londres a principios del mes pasado.
El monarca, que accedió al trono en mayo pasado después de la abdicación de la reina Beatriz, interrumpió sus vacaciones en la residencia familiar que posee en Grecia y regresó a Holanda junto con su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta.
Tras su accidente en febrero del año pasado, Friso fue tratado primero en Austria y luego en Gran Bretaña. En noviembre llegó a recobrar "una conciencia mínima", según los médicos, pero nunca se produjo una mejoría como para que pudiera comprender o comunicarse.
El segundo hijo de Beatriz estaba casado con Mabel Wisse desde 2004 y tenía dos hijas, de 7 y 8 años. Precisamente el matrimonio con Wisse, que por haber mantenido una relación con un narcotraficante antes de conocer a Friso recibió el veto del Parlamento, obligó al príncipe a renunciar a sus derechos dinásticos.
Segundo en la línea sucesoria, y conde de Orange-Nassau, Friso murió sin saber que su madre había pasado el 30 de abril último el relevo en la jefatura del Estado a su hermano mayor y a su esposa como nuevos reyes de Holanda.
El fatal incidente de esquí ocurrió el 17 de febrero de 2012 en Lech, Austria, un exclusivo centro que el príncipe conocía desde chico por ser uno de los más frecuentados por los Orange, muy aficionados a este deporte. Sin embargo, Friso subestimó el peligro de esquiar en una zona fuera de pista, donde una avalancha de nieve lo mantuvo sepultado durante unos 20 minutos antes de ser rescatado.
Después de ser tratado en una unidad de cuidados intensivos en la cercana Innsbruck, Friso fue trasladado a principios de marzo de 2012 al Hospital Wellington, en Londres. El mes pasado fue trasladado al palacio de Huis ten Bosch, una de las residencias oficiales de la monarquía holandesa, donde falleció ayer.
Friso, que nació el 25 de septiembre de 1968 en Utrecht, cursó estudios de derecho, historia y economía empresarial tanto en su país como en Estados Unidos. Tuvo una destacada carrera profesional en la consultora McKinsey y en Goldman Sachs, entre otras compañías.
El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, destacó que Friso fue un "profesional apasionado". Hasta anoche, la Casa Real no había informado la fecha del funeral ni dónde descansarán los restos de Friso.
miércoles, 7 de agosto de 2013
Los turbantes y sombreros, complementos fetiche de la Reina Máxima
Desde el pasado 30 de abril, fecha de la entronización del Rey Guillermo Alejandro de Holanda, su esposa nos ha regalado un verdadero desfile de estilo y elegancia con diferentes tocados que parecen haberse convertido en imprescindibles de su armario
Los Reyes de Holanda comenzaron a finales del pasado mes de mayo una serie de viajes por las doce provincias que conforman los Países Bajos, con el objetivo de que conozcan de primera mano la realidad del país del que se convirtieron en soberanos el 30 de abril. Entonces, Holanda se volcó con sus nuevos monarcas y ahora, que ya han pasado casi dos meses desde aquella fecha tan señalada, si hacemos balance de estas semanas, se podría resumir en dos palabras: fervor y cariño. La alegría ha inundado los Países Bajos y Guillermo Alejandro y Máxima han vivido en cada una de sus visitas el afecto que sienten por ellos sus conciudadanos.
Vítores, aplausos, banderas ondeando, muestras de admiración, fotos y más fotos, regalos... Ninguno de los dos ha podido borrar la sonrisa de sus rostros y es que ya no les quedan palabras para agradecer el calor que les han hecho sentir en cada una de las provincias que han visitado. Fiel a la simpatía y elegancia que le caracteriza, la reina Máxima nos está regalando durante estos días un verdadero desfile de turbantes, sombreros y tocados, que parecen haberse convertido en los complementos imprescindibles que no faltan en su armario. De todas las formas, tamaños y colores, la soberana holandesa ha vuelto a demostrar por qué es una de las damas más estilosas de la realeza europea.
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